Si ya nos tomábamos esas tales "micheladas cubanas" (preparadas con limón, sal, salsa inglesa, salsa Maggi, salsa Tabasco y quién sabe qué tantos menjurjes más), ¿por qué no íbamos a entrarle sabroso a una bolsita de frituras picositas (y viscositas)?
Ahora resulta que todo el mundo se quiere "agenciar" el origen de los Dorilocos. Hay quienes aseguran que esta popular botana nació en lo más profundo de la Merced. Otros dicen que hace años los descubrieron en Monterrey. También hay muchos -menos aventurados- que cuentan que se "hicieron conocidos" en Chihuahua o Los Cabos. Unos más envían links en donde el cronista asevera que surgieron en Tijuana y/o en Iztapalapa. Por eso nos dimos a la tarea de resolver la duda sobre su procedencia.
Desde que gesticulamos rarísimo la primera vez que los probamos, nos preguntamos de dónde podría haber salido aquella creación, colmada de sabores agridulces y las tan variadas texturas que integran sus ingredientes. Entonces alguien comentó que eran originarios de León, Guanajuato. Y de buena fuente descubrimos que sí: León y su reputación botanera eran los responsables de aquella picosita mezcolanza.
Cualquiera que haya caminado en la Plaza Principal de León ha vivido momentos irrepetibles, mientras una explosión agridulce-durosuave invade su boca. Y cómo no, si esta botana está preparada con Doritos, cueritos en escabeche, cacahuate japonés, jícama, pepino, repollo (así se le conoce a la col en León), salsa pico de gallo (que preparan con chile de árbol, jitomate y limón) y queso; ingredientes muy parecidos a los que se usan en la famosa Guacamaya. Aunque también hay quienes les agregan churritos de maíz, tamarindo, zanahoria, paletas de mango, etcétera.
Nuestra fuente oficial, Rodrigo Gutierrez, del Municipio de León, nos dijo que los mejores Dorilocos de León se llaman "El Padrino"; y que están en San Sebastián, La Martinica, atrás del Parque Explora. ¿Cómo los preparan ahí? Simple: Toman una bolsa de Doritos, la cortan a lo largo, dejan abajo el ingrediente principal y arriba le colocan todos los componentes agridulces que se les ocurran; finalmente los bañan con la cantidad de salsas que tu estómago sea capaz de tolerar.
Siguiendo con la investigación averiguamos que los que vienen de Tijuana se llaman Tostilocos, aquellos se preparan con Tostitos, pepino, jicama, zanahoria rallada, salchicha, chamoy, salsa Valentina, Tajín, clamato y limón. Aunque, dicen los que saben, que no importa el sabor de la base, mientras la preparación sea la misma. Incluso existen los Churrulocos, los Cheetilocos, y los Rancherilocos.
¿Cuál es tu favorito? ¿Con qué te gustaría mezclarlos? ¿De dónde dices tú que son nativos?
elgaruyo.com
Nomame padrino jaja, si los dorilocos provienen de los tostilocos, que esos si provienen del Norte (se discute si de Tijuana o Rosarito). Duermase otro rato.
ResponderEliminarPor cierto, que culero blog, saludos.